1 jul 2011

BUENAFUENTE



“Bueno amigos, pues esto ya está. Y antes de irme quería decirles, ya que hay mucha confianza con ustedes, toda; las tres cosas más importantes que he aprendido durante todo este tiempo.
La primera es que ustedes, el público, es todo lo que da sentido a nuestro trabajo; todo lo demás es secundario. Hemos intentado hacer un programa de televisión digno y honesto, pero sobre todo por respeto a nosotros mismos, no nos vamos a engañar, y también a ustedes. Alguien definió la mala televisión como la tale ante la que te sientes incómodo y maltratado; pues se trataba de hacer todo lo contrario. ¿Y por qué? Por ustedes. Porque ustedes son mucho más listos de lo que creen los programadores de televisión. Cuando pongan esas cosas malas, ¿a ustedes les gustan?, ¡pues díganlo! Son buena gente; son gente con ganas de divertirse, de ver, escuchar cosas interesantes. Este año hemos traído personas muy listas, que nos van a ayudar a salir de todo esto: economistas, sociólogos, psicólogos… Ha sido increíble. Y a ustedes les ha gustado; eso es una herencia que nos llevamos.
Segunda cosa; nuestro equipo, mi equipo. Quiero decir hoy que, mi equipo, me ha hecho mejor persona y mejor profesional; un aplauso para ellos. Este programa lo ha hecho un colectivo, algunos los ven por aquí otros no los pueden ver, pero yo creo que es el mejor equipo de la televisión de España. Dices, “¡que hay otros programas!”; no son tan buenos, “son buenos”, sí, pero tanto no. Es un equipo de gente comprometida, eficaz, cariñosa, sufrida… cada vez han cobrado menos y lo han hecho mejor. ¿Tontos? No. Buenos. Yo les decía: “chicos, el programa sigue, pero hay menos presupuesto”. Y decían: “Vale…”. Claro, también, ¿dónde van a ir, no? No, esto es broma; no les va a faltar trabajo, se lo he dicho a todos, y si yo hago otra cosa, contaré con ellos. He aprendido más de ellos, que ellos de mí; y no lo digo para quedar bien porque no tengo necesidad, lo digo de verdad.
Y una tercera cosa, quizá la última, como cierre. Que es que, hemos comprobado este año que el mundo de la comedia, el mundo de la comedia es el mejor trabajo del mundo. El mejor. Con la comedia puedes decirlo todo, encima te ríes y te sientes mejor. Un día cabreado, te lo arregla una buena risa. Esto de irse a dormir reído es muy bueno; lo otro también eh, y sepáralo, no lo juntes: primero una cosa y luego te ríes, que a veces esto lleva a engaño.
En estos tiempos injustos que vivimos, cabrones, muy difíciles, de cambio, no sé dónde vamos a parar pero a algún sitio llegaremos; nos hemos dado cuenta de la importancia de la ironía y la parodia, porque o te ríes de este mundo, en su cara además y de los que lo llevan, o este mundo acaba con tu paciencia; y eso no puede ser, María Teresa, no puede ser…
Y otra cosa, yo no sé qué pasará en el futuro, igual volvemos de vacaciones y España ya no existe y nos vemos todos en Andorra, no lo sé. Pero una cosa está clara, seguro que volveremos aquí para plantarle cara a la vida y contarla, siempre, siempre… con nuestra nariz de payaso y su impagable complicidad y este equipo que digo, que sabrá que esto es algo más que un programa de tele; esto es una manera de vivir. Ah, y otra cosa, no olviden que un cómico ha de hacer siempre lo contrario de lo que se espera de él porque en la sorpresa está la gracia; a lo mejor todo lo que he dicho no es verdad… No, no…sí que es verdad…sí…sí que es verdad…
Me voy por donde he venido; cada día salgo por aquí, y digo “ostras, cada día entro, pero nunca he salido”. Voy a ver cómo es esto de salida. Y eso sí, como buen catalán y cómico, voy a apagar la luz que esto gasta mucho.
Una cosa, mañana se despertarán y no recordarán nada. Felices sueños desde Barcelona.”
ANDREU BUENAFUENTE, 30 DE JUNIO DE 2011.

Bueno, y con esta emotiva despedida este gran cómico pone fin a una etapa de su vida, y por qué no decirlo de las nuestras. Desde aquí solo salen agradecimientos y buenas caras por todos estos años en los que hemos compartido noches y risas. He aprendido muchas cosas, pero quizás, la que más me ha calado ha sido la de saber reírse, primero de uno mismo, y segundo, de todo cuanto nos rodea. El mundo es demasiado jodido como para que nos deprimamos; el combate a sonrisa abierta está servido. Lo mejor es que cuando los demás crean que vas a utilizar la violencia como arma, utilices una sonrisa y una risa; no se lo esperarán. Pero si algo he podido aprender en la vida es creer que me puedo reír de todo; un día me darán, y con razón, pero oye, el ratito bueno no me lo quita nadie.
Visto como está el panorama televisivo, y para alguien que está estudiando cosas relacionadas con la comunicación y que cuando sea más mayor quiere dedicar su vida a esto, es un día triste. Es un día en que parece que vuelven a ganar los mismos; lo que quieren hacer de este medio el negocio de su vida, los que al final lo único que miran al empezar el día es un papel donde están anotadas la audiencias, mal medidas, sin importan la calidad del producto y la trascendencia que éste pueda tener. Casi da igual cómo conseguir esa mágica cifra del share, lo importante es que tu cadena la tenga.
Pero amigos, ¿ustedes saben el poder que tienen los medios y las cosas que se pueden hacer con ellos? Créanme, ha quedado demostrado que éstos pueden cambiar las cosas, crear opinión, montar una revolución. Y no es difícil llegar a la conclusión y darse cuenta entonces, de que a las personas que los dirigen no les interesa que esto cambie. No se van a preocupar de si lo que en unas tertulias se dice es lícito o no. No.
Pero ni ellos ni nosotros nos hemos dado cuenta de una cosa; nosotros tenemos el mando, tenemos el poder. El poder de apagar la televisión, de cambiar de canal, de ir al cine, de leer un libro, o de tomar una cerveza… Es importantísimo eso. Que se queden ellos con su mierda, que nosotros nos buscaremos la vida para ver y escuchar aquello que nos haga pensar un poco, que no se limite al simple entretenimiento y así olvidarnos del mundo en el que vivimos. Vayamos un poco más allá. Que no nos traten como lo que nos creemos que somos. En pleno siglo XXI, tenemos cultura a nuestro alcance; por eso, apartemos de nosotros esas cosas a un cuartito trastero, como aquellas cosas que dejamos a un lado para poder poner otras nuevas y que nos gusta mucho más.
Andreu Buenafuente y su equipo, profesionalmente es un gran referente para un servidor, y digo es. Me han mostrado una forma de entender esto, de hacer las cosas y por qué no, de ver la vida. Tengo mucho, pero que mucho por aprender, y quiero hacerlo. Pero se ha marchado un maestro, un profesor en esto. En los casos académicos siempre viene un sustituto, que no tiene que ser ni mejor ni peor, simplemente diferente; pero ahora, permítanme que eche ya de menos a éste, que es y será siempre uno de los grandes humoristas y de las personas que hacen que este medio sea un poco menos malo de lo que es. Deja la puerta entreabierta para cuando se te acurra regresar. Gracias por estos años de no dejarme dormir para soñar de verdad.
Hasta pronto.


1 comentario:

neko dijo...

Fíjate si veo poco la tele que no sabía que había terminado también este programa.
Intentaron hacer algo diferente, honesto e informativo, pero al final siempre gana la basura secundada por la mayoría.

Una pena haber perdido otro gran programa.

Por cierto, el primer video está capado, pone que está bloqueado por una infracción relacionada con desnudos y contenido sexual... qué habías puesto¿?!