8 jul 2011

Mientras tanto

Vuelvo a caerme por las esquinas, a tropezar con el canto de un euro, a perder neuronas disueltas en otro vaso sin hielo que derrita los desechos de esto.
Me cuesta la vida pasar como un funambulista por esta cuerda, fina como hilo de pescar, dura como piedra y sin volumen fijo como el agua.
Somos peces de ciudad, vírgenes del pecado y soledad, duendes del misterio, del beso a escondidas, de la mentira omitida, que siempre será verdad pese a no ser contada.
Ciego estúpido, ruinas del despecho, ahora ya no tengo donde cogerme, solo el consuelo del "vista que no ve, corazón que ignora" (¿o no era así?).

Mientras los días bajan en revoluciones, donde las tensiones me las meriendo en dos danones y el primero que me venga a tocar los cojones le mando a la mierda con mil amores.
Tú me hablas, yo quiero callarte y aunque sea por unos instantes, no parar de mirarte, de desear que nuestras miradas se encuentren, que me cojas de la mano esperando como si fuera tu papá que te lleve a algún sitio, que te saque a pasear.

Me voy, quizás, y solo quizás solo me veas si quieres verme, si mi teléfono sonara a las tantas de la madrugada; mientras tanto, desaparezco, quiero mi tiempo, volar lento, saborear...más lento...
¿Me acompañas?

1 comentario:

mr.spank dijo...

me gusta que te meriendes las tensiones en dos danones