27 oct 2011

Días grises


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Bajo las escaleras. Parece que no hay nadie. No esperan para cenar. La tele parece la mejor compañía. Luces y sombras acompañan a este destrozado cuerpo.
Sin ganas de cenar tomo algo.
Parece que nada tiene sentido. Todo es en balde. ¿Cuál es la finalidad de cada segundo que paso? ¿Es importante esforzarse por mejorar lo presente, o se podría considerar como egoísta querer mantenerme como estoy?
Apago la luz, ahora se esta mejor. No necesito a nada ni a nadie.
Parece que el día acompaña al estado; o es el estado el que acompaña al tiempo.
Si logras hacerme reír, te llevarás el premio al logro del mes. Si consigues que te mire con indiferencia, no conseguirás nada nuevo.
Piso los charcos; parece lo más interesante y emocionante que puedo hacer en este momento. Miradas que atraviesan mi personalidad; me siento pequeño en este lugar.
Capaz de todo, de comerme el mundo; y de nada al mismo tiempo, de que el mundo me coma a mi. Parece un bucle del que nunca logro salir, en el que la duda y el desconcierto, los malos pensamientos, mis sueños entre tus dedos... no hay ventanas en el paraiso.
Es todo cierto, nada es mentira. Ahora los pasos son hacia atrás, las miradas se pierden en una tarde de domingo, en un paseo sin rumbo, sin cogernos de la mano, agarrándonos con la mirada, fuerte, sin soltarnos...
Los días grises, las sonrisas tristes y forzadas, palmadita en la espalda, ahora sí que estoy más seguro.
Parece que no hay droga más dura que el tiempo, el esmero por conseguir algo, un destino, una especie de nirvana que no existe, idílico, quimérico; ensoñándose en una realidad, en un error de los grandes.
Ya nada puede ser lo que es. Coge las maletas, atrapa el primer tren con destino a ninguna parte...Déjate llevar, todo mejora. Ahora empieza a brotar flores en nuestras bocas, besos en nuestras ropas.
Me uno a cualquiera que le guste trasnochar, que quiera fumar en cualquier esquina hasta olvidar quienes somos, quienes fuimos, y lo que esperemos que un día seremos.

1 comentario:

irene89 dijo...

Muy tuyo. Pero llega demasiado y todos hemos pasado por ahí.