26 may 2012

Terceros

Ellos lo son, ellos nos compran, nos aprueban, nos riñen, nos escupen a la cara, nos dicen la verdad - que es su mentira-, nos fruncen el ceño esperando una respuesta, algo que convencer a sus estúpidas mentes. Nos coartan, nos censuran, nos limitan en cuerpo y razón. Esperamos alguna señal que acceda a contar las historias.

Cuántos cuentos se quedaron en el tintero, cuántas mentiras que ahora son verdad dejaron de vivir por la razón de que uno torció el morro en desaprobación.
Nos dejamos la piel queriendo ser, y fuimos y somos. Pero me taladra la cabeza, me carcome los días que cualquiera pueda tocarlo, que opine demasiado en voz alta desviando miradas.

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