10 abr 2012

Transición


Es curioso ver cómo pasa el tiempo. El otro día estaba hablando con alguien de esto. Le dije que, no solo nosotros crecemos y nos hacemos mayores; sino que para el resto también pasa el tiempo. Es decir, que mientras nosotros nos convertimos en jóvenes que se quieren comer el mundo y que luego resulta que es el mundo quien les come a ellos, los demás envejecen sin que el tiempo pida permiso.
Hace algunos años estas vistas que ahora tengo hubieran supuesto mil alegrías; ahora casi suponen un tiempo de transición entre dos periodos.
No me sale quejarme; no puedo quejarme.
Supongo que durante el año no había tenido tiempo de pararme mínimamente a pensar, de hecho, mientras la catástrofe de la rutina hacía de las suyas ahogando cada segundo, uno era consciente de que en realidad era ella misma era la que le estaba salvando de una catástrofe personal importante. Y bueno, ha llegado en el momento en que la tormenta ha pasado dejando unos destrozos en uno mismo, creo que a tener en cuenta.
Ahora, con tiempo para pensar, pero con perspectiva de que solo (creo) sea pasado, aquí paz y después gloria; uno se da cuenta de muchas cosas. Oportunidades, momentos, personas, amigos…
Todo eso adornado con el perfecto contra-condimento de las oportunidades fracasadas, malos momentos, personas que no son lo que eran, y… amigos que no son lo que tú creías.
Uno ha hecho las cosas mal. Ha fallado. Y seguro que más de lo que le han fallado a él. Pero ya saben, es más fácil ver la aguja en ojo ajeno, que la viga en el propio. Muy típico. Muy tópico.
Ya hablé hace unos días de los septiembres, y mi fascinación que roza casi la adoración por ellos.
Todo el mundo debería temerlos, respetarlo y amarlos; y no por ese orden.
Pero saben qué; al final, casi siempre quedan los mismos. Y no me valen las sandeces de los semáforos que parpadean, porque como bien sabemos todos, el único color que parpadea es el ámbar, que significa precaución.
Como en todo, siempre vemos más mierda de la que hay, que nos impide ver las flores cosechadas, e incluso encontradas por casualidad en este jardín del edén.

No hay comentarios: