7 may 2011

Sonrisas


Alguien me dijo hace un rato que escribiese sobre las sonrisas. Sería fácil responderle que no se puede escribir de algo que no se conoce, pero sería mentira, aquí lo hago continuamente, y yo creo que...las conozco.

He llegado a oír que la vida se mide por la cantidad de sonrisas. No es mala frase.
Pero estarán de acuerdo conmigo en que hay bastantes tipos de sonrisas, que no siempre quieres expresar alegría.
Está la clásica sonrisa, la de toda la vida; la de que algo te hace gracia y tus moflestes se arrugan a cual papel de fumar.
Podemos encontrar la sonrisa sarcástica, que es lo mismo, pero porque algo no te ha hecho ni puñetera gracia, y es en plan que en esa porción de carne se esconde toda la rabia contenida para no partile la cara a la otra persona.

Hay sonrisas fáciles, sonrisas difíciles, sonrisas a medias, sonrisas desnudas, sonrisas a oscuras, a escondidas...
Sonrisas que te despiertan acompañadas de unos ojos muy grande que te miran sonriendo también.
Hay sonrisas que matan, sonrisas que te comen por dentro, que te dejan sin aliento.
Hay sonrisas que le siguen un beso, beso que le siguen sonrisas.
Hay sonrisas sin risas, risas sin prisas, prisas para sonrisas...

Dicen que sonreír alarga la vida. Bueno, yo creo que eso es un poco atrevido, pero tampoco vamos a negar que se hace un poco más llevadera.
Pasa tus problemas por la lavadora, centrifúgalos y tiéndelos con forma de sonrisa, y todo será un poco mejor.

Admiro a todos aquellos que son capaces de sacar un sonrisa a todas las cosas que una persona no podría. Me parece una cosas más difíciles de este mundo; hacer casi como que no pasa nada, y ver esa parte que tiene de bueno las cosas y aprender.

Hay veces que una sonrisa te da tanta vida que es necesario apagar el resto de luces para ver la que ésta desprende.
Hay sonrisas por las cuales sigue saliendo el sol. Hay sonrisas que me matan; hay sonrisas sin las cuales no podría vivir yo.

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