30 dic 2011

Marcha allá

Al final nada queda. 
Nadie espera al llegar a casa. 
Las mantas y el helado no compensan
este frío que me sube por los pies.

Me congela esta rabia, 
esta inestable estabilidad. 
Me enfada que salga todas las noches la luna 
y no sea nunca para verme.
Que acapares mi espacio, 
mi gente, mis frases, mis risas... 
Que compartas con todos menos conmigo, 
y que sin embargo no puedas estar sinmigo.

Caprichos de poder, 
respeto a lo que no se puede ser.
Algo nos pasa por la frente,
no arden las cenizas del talvez.

Risas y riñas a escondidas, 
palabras que nunca nos dijimos 
y que ahora nos castigan. 
Reproches al oído de otros. 

Nos besan mujeres distintas, 
nos contentan las mismas. 
El disfraz de la impersonalidad 
ya no tiene dueño. 
Nos sobran pañuelos 
donde limpiarnos este sueño 
que nunca cumpliremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque hace mucho que no te comento, te leo. Las entradas de ayer y hoy me ha gustado tanto....Y los sueños, Jose, siempre se cumplen, no dejes de soñar, es una trampa.
Estupendas entradas.
Un beso