23 nov 2013

Utopia, una serie diferente

Hace ya algunos meses que se estrenó en el Channel 4 una de las series más impresionantes que se han podido ver en los últimos años.
Cansados ya de ver una y otra vez las mismas estructuras de guion, donde si cambias los personajes y lo que les mueve, serían series completamente idénticas; podemos encontrar joyas seriéfilas como ‘Utopia
Personajes que casi por sorpresa se convierten en héroes o asesinos fríos y calculadores, son los que forman parte de esta trama donde no puede faltar la crítica social, señalando como culpables del mal del mundo a las farmacéuticas y a los más poderosos. Es sin duda una de las series de acción con más carga social que se ha realizado en mucho tiempo.
Parece que Lynch se haya metido en otra carretera perdida y que algún mago de la fotografía pintara esos magníficos colores saturados, con composiciones y paisajes que rozan la perfección.
Es como ver un cómic en movimiento, con personajes de carne y hueso, pero con una profundad psicológica bastante interesante.
Y es que para ver algo diferente a las típicas series de EEUU tenemos que irnos a Reino Unido, fábrica de series – o miniseries – como ‘Black Mirror’, que también posee una brillantez casi extrema. Y al igual que sucedió con ésta -pese a las primeras negativas-, parece que ‘Utopia’, también tendrá su segunda temporada; sobre todo viendo el final abierto que nos ofrecieron.
Después de ver tantas y tan variadas series fracasar en sus respectivas continuaciones, puede que haya sido un error convencer a los creadores y forzar una nueva trama -teniendo en cuenta además que el listón está muy alto-.
Se trata una serie que engancha desde el minuto uno y que aunque parece difícil se va renovando en cada capítulo. Consigue que te metas en la historia hasta tal punto de pasarlo realmente mal, como ocurre en uno de los primeros capítulos cuando a uno de los protagonistas le torturan dañándole los ojos.
Sin duda, una serie para disfrutar y que a principios de año tiene previsto el estreno de su segunda temporada.

12 nov 2013

El cierre de RTVV

No. Así no se hacen las cosas. Prácticamente al terminar de hacer el programa la semana pasada, nos enteramos de una de las peores noticias para todos los miembros de este equipo que luchamos cada día por la dignidad de los medios.
El despilfarro, la manipulación y la politización se han cargado la televisión de las valencianas y los valencianos. En La Moviola nunca nos meteremos en política, porque para eso ya hay suficientes programas. Pero queremos mostrar nuestro total y unánime rechazo al cierre de RTVV y todo lo que eso conlleva.
Se olvida con facilidad que lo público es de todos y que permite que un equipo de jóvenes comunicadores esté hoy aquí, de una forma libre para hacer lo que más nos gusta: comunicar.
Desde hace una semana, la cultura -en concreto la valenciana- es un poco más pobre: es un paso atrás en contra del futuro. Sin embargo, es una motivación para nosotros y sirve para darnos cuenta de que nadie nos va a dar nada ya – que los puestos de trabajo, ya los regalaron ya-.
Hoy, todo el equipo de La Moviola quiere acordarse de todos los que han luchado y lucharán por un medio valenciano público, plural y por y para lo valenciano: #RTVVnoestanca.

10 nov 2013

La historia sin argumento

No quedan argumentos,
los efectos secundarios de otra vieja historia destrozada.
Solo ante el infierno,
descalzo y en los huesos,
no nos quedaran ni los restos de una conquista,
ni la brisa que agita tu camisa.
Dejando entrever lo que nos pierde,
restando la indolencia,
el lúgubre latido de un corazón solitario a la luz de una farola.

Las semanas empiezan cuando se desenredan las telarañas del corazón,
cuando brotan los besos ásperos como el acero.
Nos jactamos del pecado, del ruin pensar,
de lo que nos cuesta enseñar el ombligo:
que la luna todavía no ha sido testigo.
Necesitamos sentirnos,
que nuestros ojos dormidos no se sientan heridos de no mirarnos
y nuestros despertares no sean tan amargos
cuando no nos buscamos sin habernos encontrado.

La escalera de la espiral infinita
busca su puerta escondida en cualquier esquina;
se encuentra perdida y solitaria en esas noches malditas.
No perdonan los bares, las copas a ras de hielo,
los trajes a medida, el pelo revuelto y la barba de no haber roto un plato.
Es la historia que busca un argumento,
el éxtasis con giro imprevisto;
el antihéroe, el viejo mendrugo que te miente al oído.