25 jul 2011

Somebody to love

Ya lo decía el mítico grupo Queen gritando casi al cielo que le apareciera Somebody to love.
Y bueno, yo no grito estas cosas, ya que no creo que funcione así.

Después de cenar con una amiga con la que nos conocemos desde los seis años, nos hemos estado contando nuestra vida. Ella recientemente ha encontrado a un chico que ambos conocemos de antes; gran persona para otra gran persona.

Cuando hemos comenzado a hablar de mi, de mi vida, de todo lo que había sido un intenso año y demás historias, creo que ambos nos hemos dado cuenta de lo diferente que vemos ahora las cosas. No es que busquemos cosas distintas, es que puede que ninguno de los dos busque; simplemente porque uno tenga y el otro no quiera tener.
Me ha sabido decir muchas cosas acerca de mi, de como soy y de su experiencia.
Supongo que es como todo. Aparece cuando menos te lo esperas.

Pero quizás una de las preguntas que más desconcertada le ha dejado haya sido la siguiente:
"¿pero qué pasa si en debido a mi situación actual y a como soy, yo, adrede, lo dejase pasar?"
No podía responder. No sabía qué responder ante quizás esta aberración...

Y es que creo que es a lo que uno se ha dedicado este año, a dejar pasar oportunidades, a no atreverse a hacer las cosas. En definitiva, a no atreverse a sentir y no parar de tener miedo por todo y no disfrutar de lo que he tenido en cada momento.
Me he atrevido a decirle que había aprendido mucho este año.
Pero volviendo de camino a casa, creo que en realidad me he dado cuenta de que quizás no lo haya hecho tanto y únicamente haya seguido cangándola como solo yo sé...

Quizás hayas podido ser tú, tú, o incluso si me apuras tú. También me he empeñado en que seas tú, aunque no fuera posible. Pero al final, como dice la canción, "mírame, llorando como un niño contradiciéndome".

Quizás lo peor de estar relajado y tener tiempo es pensar, y eso no esta bien. Ya que creo que si algo me ha mantenido en cierto modo los últimos meses ha sido el hecho de no poder pararme a pensar en mi vida, en mi situación.
Supongo que, ahora, con un tiempo pasado y mirando las cosas con perspectiva te das cuenta de que quizás en su momento no las veías o simplemente te empeñabas en no ver; quien sabe.

21 jul 2011

Septiembre

Una vez leí que la vida se medía en septiembres. Creo que es uno de mis artículos favoritos del Millás.
Creo y por la mínima experiencia que tengo que septiembre siempre es un mes clave en nuestras vidas. Es tierra de nadie, tierra de todos. Principio y fin, y entretanto un cigarrín, que calienta motores para todo lo que te espera en los siguientes meses que no es poco.
No se le debe de tener miedo, solo el respeto de saber cogerlo con las ganas necesarias y justas, sin excesos, pero excediéndote.
Supongo que es en este mes donde las dudas más a flor de piel están, y te revuela la cabeza imaginando que no es el camino que te gustaría tomar. O peor todavía, recuerdas los meses anteriores donde parecía que todo era gratis y la responsabilidad acompañada de madrugones no tenía sitio en tu no-horario.

A estas alturas de verano, uno se tumba en el sillón, a pensar en todo y en nada a la vez. Imaginas historias que algún día te gustaría contar a ti; y después de muchos meses no te sientes protagonista de ninguna y parece que en esta playa no llega el agua hasta mis pies; de momento.
Sales a la calle hecho un campeón, la música en tu cabeza habla de ti, de tus historias, siempre pasadas porque recuerda que ahora no tienes historias para vivir, solo para recordar.
Las cicatrices se curan con el agua del mar.

Pero no nos vayamos por las ramas. ¿Qué nos depara septiembre?, ¿qué es lo que quiero y lo que no?
Supongo, y creo que sigue siendo así, uno va a empezarlo con más ilusiones que lo empezó en año pasado, sabiendo en parte a lo que le va a tocar enfrentarse. Decidido a pasar más horas que un reloj fuera de casa, a aprender y trabajar en lo que uno ha elegido. Quiero seguir pasándolo así de bien, disfrutar, reírme de ti, que tú te rías de mi; al final, reírnos de lo que somos y de lo que no somos.
Este septiembre, hilaré más fino a la hora de repartir mi tiempo; me olvidaré de falsedades y de colegas que no son colegas, que solo miran cuando interesa. Quien poco me conoce sabe que esas cosas no me van, no me hacen sentir cómodo; actuar nunca se me dió mal, pero no me apetece hacerlo, llámame perro, llámame soberbio, pero ya no; esto no.
No sé, la indiferencia suele ser mi peor arma, mi condena, mi lastre.
No quiero estar con quien no quiere estar.

Y bueno, mientras llegar ese día tengo un mes para descansar, para hacer lo que me gusta y que durante el resto del año no puedo hacer por falta de tiempo, para estar solo en casa sin oír a nadie que me diga lo que tengo que hacer, lo que tengo que pensar; tengo un mes, para mentalizarme de todo lo que viene ahora, quiero hacer las cosas bien.
Tengo 20, supongo que una edad más que suficiente como para exigirme eso que nunca he hecho.
Septiembre me espera. A mi, y a otras muchas personas nuevas que se cruzarán por mi camino. ¿Quién sabe si serás tú el/la que tendrá la suerte o desgracia de conocerme y compartir tu tiempo conmigo?
Espero no defraudar.

18 jul 2011

Revoluciones

Papel de celofán para envolver un fracaso más.
Decepciones al precio de dos, se regalan al mejor. Mentiras y gordas, y esta sí que es buena.
Descanso dominical, revoluciones que hacen que todo sea un poco más lento, más calmado, que todo fluya.
No sé mentir, se me nota en la cara, comparto miradas, siembro tempestades, recojo discrepancias que tiendo en el balcón de la arrogancia secándose al calor de mi ignorancia.

Secretos ocultos en besos, besos ocultos que son besos. Miradas que atraviesan mi personalidad, me siento pequeño en este lugar.
Pierdo como un niño su pelota bajo un coche. Abrazo mientras apoyas tu frente en mi hombro y mi mirada se centra en un punto del horizonte mientras mantengo la compostura haciendo fuerza con los ojos para no mojar tu pelo con mi lamento.

15 jul 2011

Gran Obra

Sentado en esta nube, el terciopelo eriza mi vello, me recuerda historias de largos cabellos y miradas perdidas, de viva tez, dulce perdición fumando en mi balcón.
Despiértame con flores a la cama, miente, dime que no me pasa nada, que el pasado ha pasado, que mi almohada me sigue acogiendo cada noche sin pedirme expoliaciones, que los dulces ya no lo son tanto cuando te pegan en toda la boca y una chorrada te hace sonreír a la ignorancia y gritar aquello de "aquí no pasa nada".
Empújeme al vacío, cógeme de las solapas, no me sueltes que tengo miedo a caer solo.

Cuando entras en esa casa, y ver que todo se marcha, se apaga por días, se difumina en el humo del tiempo, mientras los excesos pasan la cuenta y la tarjeta dice que no tiene más saldo, que tu cabeza ha dicho hasta aquí; vegetal andante, de lo que nunca has sido a lo que nunca eres.
Se me encoge el alma cuando te miro a los ojos, tristes, perdidos, en busca de alguna explicación de qué has hecho mal, cuál fue el error...
Tus lágrimas caen en mi camiseta, mis ojos se cierran y aprietan lo más fuerte que pueden deseando poder hacerlo siempre que lo necesites...

Supongo que pasan los años, y por un momento me vuelvo a acordar de aquellos que un día fueron y ahora no son, de los que compran apariencias y venden abrazos. Donde la ignorancia y el conformismo bañan los relojes.
Sin rencores, solo recuerdos. Lástima.

Y miro, y hace un año...Experiencias que te dejan sin aliento. Principios de otras que me dejarían sin respiración. Y ahora, cogiendo el aire perdido. Desaparecido en combate, el que quiera algo ya sabe donde no voy a estar y donde seguramente sí. ¿Egoísta? Puede que..., quizás haya sido una de las cosas que he descubierto este año, pero es que nadie más lo va a hacer por mi y esto, ¡ja!, es demasiado corto como para que me lo cuenten.
¿Ves esa estrella que está allá arriba?
Pues un día estaremos ambos allí, siendo observados por otros dos inútiles deseando llegar a ser lo que nosotros somos.
Supongo que estos meses he espabilado, me he vuelto más responsable...jajaja! Eso no me lo creo ni yo!

Dados al aire, el juego está servido. Mañana una nueva partida que salir a matar.
Como es costumbre, personas han salido de esta obra, pese a estar el telón abierto. Otras, se han quedado a medio entrar, han cambiado el guión de la obra, obligando a improvisar.
Pero no quepa duda que ahora, y más que nunca, das valor a esos personajes que pese a mil cosas que pasan, que te equivocas, solo te facilitarán que uno siga haciendo de esta obra, su Gran Obra, aquella por la que lleva trabajando más de 20, aquella en la que solo unos pocos creían y que ni siquiera él lo hacía, aquella que a día de hoy empieza a cobrar un sentido importantísimo, en que las sonrisas y el optimismo hacen que esto valga la pena.
Pese a todo, hay cosas como el respeto y el miedo que han de seguir. Respeto a todo cuanto me rodea, y miedo...bueno....supongo que a todo hay que tener miedo...miedo a querer y a no poder saber hasta donde parar.

8 jul 2011

Mientras tanto

Vuelvo a caerme por las esquinas, a tropezar con el canto de un euro, a perder neuronas disueltas en otro vaso sin hielo que derrita los desechos de esto.
Me cuesta la vida pasar como un funambulista por esta cuerda, fina como hilo de pescar, dura como piedra y sin volumen fijo como el agua.
Somos peces de ciudad, vírgenes del pecado y soledad, duendes del misterio, del beso a escondidas, de la mentira omitida, que siempre será verdad pese a no ser contada.
Ciego estúpido, ruinas del despecho, ahora ya no tengo donde cogerme, solo el consuelo del "vista que no ve, corazón que ignora" (¿o no era así?).

Mientras los días bajan en revoluciones, donde las tensiones me las meriendo en dos danones y el primero que me venga a tocar los cojones le mando a la mierda con mil amores.
Tú me hablas, yo quiero callarte y aunque sea por unos instantes, no parar de mirarte, de desear que nuestras miradas se encuentren, que me cojas de la mano esperando como si fuera tu papá que te lleve a algún sitio, que te saque a pasear.

Me voy, quizás, y solo quizás solo me veas si quieres verme, si mi teléfono sonara a las tantas de la madrugada; mientras tanto, desaparezco, quiero mi tiempo, volar lento, saborear...más lento...
¿Me acompañas?

1 jul 2011

BUENAFUENTE



“Bueno amigos, pues esto ya está. Y antes de irme quería decirles, ya que hay mucha confianza con ustedes, toda; las tres cosas más importantes que he aprendido durante todo este tiempo.
La primera es que ustedes, el público, es todo lo que da sentido a nuestro trabajo; todo lo demás es secundario. Hemos intentado hacer un programa de televisión digno y honesto, pero sobre todo por respeto a nosotros mismos, no nos vamos a engañar, y también a ustedes. Alguien definió la mala televisión como la tale ante la que te sientes incómodo y maltratado; pues se trataba de hacer todo lo contrario. ¿Y por qué? Por ustedes. Porque ustedes son mucho más listos de lo que creen los programadores de televisión. Cuando pongan esas cosas malas, ¿a ustedes les gustan?, ¡pues díganlo! Son buena gente; son gente con ganas de divertirse, de ver, escuchar cosas interesantes. Este año hemos traído personas muy listas, que nos van a ayudar a salir de todo esto: economistas, sociólogos, psicólogos… Ha sido increíble. Y a ustedes les ha gustado; eso es una herencia que nos llevamos.
Segunda cosa; nuestro equipo, mi equipo. Quiero decir hoy que, mi equipo, me ha hecho mejor persona y mejor profesional; un aplauso para ellos. Este programa lo ha hecho un colectivo, algunos los ven por aquí otros no los pueden ver, pero yo creo que es el mejor equipo de la televisión de España. Dices, “¡que hay otros programas!”; no son tan buenos, “son buenos”, sí, pero tanto no. Es un equipo de gente comprometida, eficaz, cariñosa, sufrida… cada vez han cobrado menos y lo han hecho mejor. ¿Tontos? No. Buenos. Yo les decía: “chicos, el programa sigue, pero hay menos presupuesto”. Y decían: “Vale…”. Claro, también, ¿dónde van a ir, no? No, esto es broma; no les va a faltar trabajo, se lo he dicho a todos, y si yo hago otra cosa, contaré con ellos. He aprendido más de ellos, que ellos de mí; y no lo digo para quedar bien porque no tengo necesidad, lo digo de verdad.
Y una tercera cosa, quizá la última, como cierre. Que es que, hemos comprobado este año que el mundo de la comedia, el mundo de la comedia es el mejor trabajo del mundo. El mejor. Con la comedia puedes decirlo todo, encima te ríes y te sientes mejor. Un día cabreado, te lo arregla una buena risa. Esto de irse a dormir reído es muy bueno; lo otro también eh, y sepáralo, no lo juntes: primero una cosa y luego te ríes, que a veces esto lleva a engaño.
En estos tiempos injustos que vivimos, cabrones, muy difíciles, de cambio, no sé dónde vamos a parar pero a algún sitio llegaremos; nos hemos dado cuenta de la importancia de la ironía y la parodia, porque o te ríes de este mundo, en su cara además y de los que lo llevan, o este mundo acaba con tu paciencia; y eso no puede ser, María Teresa, no puede ser…
Y otra cosa, yo no sé qué pasará en el futuro, igual volvemos de vacaciones y España ya no existe y nos vemos todos en Andorra, no lo sé. Pero una cosa está clara, seguro que volveremos aquí para plantarle cara a la vida y contarla, siempre, siempre… con nuestra nariz de payaso y su impagable complicidad y este equipo que digo, que sabrá que esto es algo más que un programa de tele; esto es una manera de vivir. Ah, y otra cosa, no olviden que un cómico ha de hacer siempre lo contrario de lo que se espera de él porque en la sorpresa está la gracia; a lo mejor todo lo que he dicho no es verdad… No, no…sí que es verdad…sí…sí que es verdad…
Me voy por donde he venido; cada día salgo por aquí, y digo “ostras, cada día entro, pero nunca he salido”. Voy a ver cómo es esto de salida. Y eso sí, como buen catalán y cómico, voy a apagar la luz que esto gasta mucho.
Una cosa, mañana se despertarán y no recordarán nada. Felices sueños desde Barcelona.”
ANDREU BUENAFUENTE, 30 DE JUNIO DE 2011.

Bueno, y con esta emotiva despedida este gran cómico pone fin a una etapa de su vida, y por qué no decirlo de las nuestras. Desde aquí solo salen agradecimientos y buenas caras por todos estos años en los que hemos compartido noches y risas. He aprendido muchas cosas, pero quizás, la que más me ha calado ha sido la de saber reírse, primero de uno mismo, y segundo, de todo cuanto nos rodea. El mundo es demasiado jodido como para que nos deprimamos; el combate a sonrisa abierta está servido. Lo mejor es que cuando los demás crean que vas a utilizar la violencia como arma, utilices una sonrisa y una risa; no se lo esperarán. Pero si algo he podido aprender en la vida es creer que me puedo reír de todo; un día me darán, y con razón, pero oye, el ratito bueno no me lo quita nadie.
Visto como está el panorama televisivo, y para alguien que está estudiando cosas relacionadas con la comunicación y que cuando sea más mayor quiere dedicar su vida a esto, es un día triste. Es un día en que parece que vuelven a ganar los mismos; lo que quieren hacer de este medio el negocio de su vida, los que al final lo único que miran al empezar el día es un papel donde están anotadas la audiencias, mal medidas, sin importan la calidad del producto y la trascendencia que éste pueda tener. Casi da igual cómo conseguir esa mágica cifra del share, lo importante es que tu cadena la tenga.
Pero amigos, ¿ustedes saben el poder que tienen los medios y las cosas que se pueden hacer con ellos? Créanme, ha quedado demostrado que éstos pueden cambiar las cosas, crear opinión, montar una revolución. Y no es difícil llegar a la conclusión y darse cuenta entonces, de que a las personas que los dirigen no les interesa que esto cambie. No se van a preocupar de si lo que en unas tertulias se dice es lícito o no. No.
Pero ni ellos ni nosotros nos hemos dado cuenta de una cosa; nosotros tenemos el mando, tenemos el poder. El poder de apagar la televisión, de cambiar de canal, de ir al cine, de leer un libro, o de tomar una cerveza… Es importantísimo eso. Que se queden ellos con su mierda, que nosotros nos buscaremos la vida para ver y escuchar aquello que nos haga pensar un poco, que no se limite al simple entretenimiento y así olvidarnos del mundo en el que vivimos. Vayamos un poco más allá. Que no nos traten como lo que nos creemos que somos. En pleno siglo XXI, tenemos cultura a nuestro alcance; por eso, apartemos de nosotros esas cosas a un cuartito trastero, como aquellas cosas que dejamos a un lado para poder poner otras nuevas y que nos gusta mucho más.
Andreu Buenafuente y su equipo, profesionalmente es un gran referente para un servidor, y digo es. Me han mostrado una forma de entender esto, de hacer las cosas y por qué no, de ver la vida. Tengo mucho, pero que mucho por aprender, y quiero hacerlo. Pero se ha marchado un maestro, un profesor en esto. En los casos académicos siempre viene un sustituto, que no tiene que ser ni mejor ni peor, simplemente diferente; pero ahora, permítanme que eche ya de menos a éste, que es y será siempre uno de los grandes humoristas y de las personas que hacen que este medio sea un poco menos malo de lo que es. Deja la puerta entreabierta para cuando se te acurra regresar. Gracias por estos años de no dejarme dormir para soñar de verdad.
Hasta pronto.