9 abr 2017

Ya ves

Ya ves. Nos distraemos comiéndonos la vida, nos acostamos sabiendo que a las doce dará comienzo la escena de dudas y reproches.
Ropa desordenada, indicativo de desastre natural. Haz lo que quieras; duda y encuentra, déjame un rato más perderme en la espalda de otras para homenajear tu recuerdo.
Bailas otra noche como insinuando, como queriendo ahogar en otro trago este letargo, esos malos ratos que desenredan los segundos que rozaste mi mano. Dejas caer tus labios sobre mi cuello, punzada que en forma de tiempo atraviesa el espacio que separa nuestros cuerpos.
Unos acordes, una canción a cuatro manos, esa conjugación del verbo, ese precipicio que solo separa unos centímetros, el mar que va dejando su huella al subir la marea.
Me siento a ver atardecer en esa playa, imagino lo que hubiera sido una vida contigo. Se me antoja desayunar contigo los domingos, querernos como nos quisimos, discutir el nombre de nuestros hijos, descubrir juntos esa canción que nos recuerda que nos hacemos un poco más viejos.
Y hoy, pese a que sea abril y han pasado los años, me he acordado de ti. Ya ves.
Mándame una carta del pasado, que esperaré viendo pasar la vida buscando en otras lo que encontré en ti.