22 jun 2013

Lo que de verdad importa

Porque no te quiero tanto y solo necesito un atisbo de felicidad, de ti y de nosotros.
Que hay que cambiar el mundo y enseñarles que NUNCA 1 + 1 fueron 2.
Pasas como una apisonadora por mi calendario, cubres las honras y las deshoras, poniendo un beso a mis gritos y un abrazo a cada mal gesto.
Me enseñaron a agarrarme a cualquier atisbo de felicidad, a que con la mirada sobren palabras...
Te sientes seguro, sabiendo que como soy caeré, pero ahora soy consciente de que lo primero que veré serán tus pies.
Palabras sordas para celebrar el primero de abril y que un demente se ha encontrado con la isla del tesoro, con las minas del rey Salomón.
Poco o nada soy. Me has enseñado a ver el lado bueno de las cosas, a discutir con quien se queda el perro y hacer que esto valga la pena, pensando que ahora no soy yo, sino nosotros.
Las mejores princesas no están en los cuentos; su padre no caza elefantes y no tiene un reality.
Cógeme la mano, hagamos un corte de mangas a los fantasmas y recuérdame lo que de verdad importa.

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