7 jun 2010

Bizca

Colgado de un hilo.Pendiente de la caída.
Sentado.Solo esperando.
La cordura hoy sale cara.
El rencor se regala al mejor postor.

Las nubes dejan que el calor caiga más a plomo en esta ciudad.Ritmo,rutina,miradas al frente y cada uno a lo suyo.
No importa lo que te pase. Lo que importa,es conseguir llegar al final de día con la satisfacción de que lo has hecho todo bien,y lo suficientemente cansando como para que cuando te acuestes,las ovejitas ya estén dormidas...
El freno del coche siempre molesta en los mejores momentos.La oscuridad de la noche,hace que todo cobre un misterio adicional. Y tú...tú te antojas de una forma diferente...

Camino hacia atrás en este tramo.Busco segundos.Encuentro espaldas con las que no contaba.
Pero,¿sabes? No importa.Ahora no. En estos momentos,no.
Quiero hacerlo.Tengo que hacerlo.Cuando sea mayor,si tengo esa posibilidad,no quiero arrepentirme nunca del camino andando.Sé,que de la otra forma lo hubiera hecho.No me lo podría perdonar nunca.

El otro día,explicando un poco mi día a día,y desahogándome,me dí cuenta,de que nunca puedes echar de menos algo que nunca has tenido.Por lo tanto,no me importa no tenerlo.
Llega un momento en que el dinero, o los caprichos, no compran mi sonrisa, ni aquello que me hace vibrar.Puede que por momentos se consiga,pues soy persona.Pero llega un momento en que todo se vuelve tan efímero y poco duradero,que no existen palabras que el viento se pueda llevar,porque,como he dicho antes,en realidad nunca las hubieron...

Estudio a la vida.Me sonríe ella a mí también.Todo parece tan bonito,cuando de repente te das cuenta de que no te está mirando a ti.La vida es bizca y está mirando a otro lado...
Qué triste lo mío...

1 comentario:

Tere Perez dijo...

cariñet, la vida solo te mira cuando tu no la miras a ella...
y piensa que el viento recuerda cada palabra que hubo, para lo bueno y lo malo, siempre hay alguien que recuerda...
es mejor que recuerden las cosas buenas que dijiste y las malas que callaste que al reves...
buena suerte, pequeño, porque nadie, nadie, nadie sabe nunca si el camino que anda es el correcto...